miércoles, 27 de marzo de 2013

Lenguaje oral y escrito




 Cuando utilizamos el lenguaje oral como forma de comunicación, lo hacemos generalmente con el propósito de establecer y mantener relaciones sociales. En estos casos nos valemos de la conversación y solemos utilizar una expresión, rápida y directa, en la que son constantes los cambios de tema, las frases sin terminar, las repeticiones, las muletillas, etcétera.

En cambio la comunicación escrita se utiliza generalmente con el propósito de que la información quede fijada. La conciencia que el emisor tiene de que el mensaje va a perdurar le lleva a estructurar la información cuidadosamente, pone atención en que la sintaxis sea correcta y elige palabras que expresen con precisión lo que quiere decir. xis sea correcta y elige palabras que expresen con precisión lo que quiere decir. 

A simple vista se hace notorio el hecho de que entre la lengua oral y escrita yacen diferencias elementales en su medio, forma, registro y demás propiedades características de cada una. Una de las primeras diferencias que se hacen evidentes es que la lengua oral se ve auxiliada por elementos intralingüísticos, dígase: gestos, expresiones faciales, distintos tonos de voz que permiten enfatizar, entre otros.

La lengua oral es también, por lo general, menos planificada que la escrita, inclusive llega a ser espontanea en algunos casos, a diferencia de la escrita, e inmediatamente notamos, a consecuencia de esto, que esta última es siempre más estructura y se nos presenta la información en un orden lógico, cuidando especialmente la coherencia y la cohesión. Otra diferencia en este ámbito es que en la lengua oral suele darse una redundancia de ideas por parte del emisor, en cambio en la lengua escrita se cuida de caer en algún tipo de repetición, aportando solo la información necesaria. 

Richarson Cabrera Silverio

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